¿Fuerza o técnica? Cómo lograr un rendimiento equilibrado en el tenis

25 de abril, 2021

Escribe: Matías Rizzo

Cada vez el tenis se juega más rápido y para eso es necesario entrenar más la fuerza. Pero en esta carrera, no se puede descuidar el correcto posicionamiento del cuerpo que solo la técnica puede darnos.

En la era moderna, la fuerza se ha apoderado de los jugadores de tenis y a veces la técnica o la elegancia del juego, quedan reducidas a este potencial. La destreza física y una preferencia sobre el fortalecimiento muscular se han convertido en la meta de muchos jugadores, no solo profesionales sino también amateurs, llevando al máximo el nivel físico, muscular y mental para enfrentar cada partido.

“El que le pega más fuerte es porque quiere sacar una ventaja deportiva y eso te hace ganar partidos. En el tenis se está jugando y se está pegando mucho más fuerte que hace una década atrás. La velocidad de la bola se ha levantado muchísimo tanto en el drive, en el revés, como en el saque y esto ha cambiado no solo la manera de jugarlo”, dice  Matías Rizzo, uno de los fundadores de TTP.

Todo este cambio en la manera de jugar tenis ha sido acompañado de un avance significativo de los elementos del juego, como pelotas, raquetas, cuerdas, etc, aprovechando nuevos materiales modernos que propician aún más la utilización de la fuerza, y por ende, aumentando la velocidad del deporte.

Y si bien es sumamente importante aumentar la masa muscular para poder ser más fuertes y más rápidos, hay otros elementos que marcan la diferencia en la práctica del tenis, como por ejemplo, la sensibilidad del tacto de cómo pegarle a la bola, el correcto posicionamiento de las piernas o el correcto giro de las caderas, todos aspectos que hacen a la técnica.

“El tenis ha cambiado muchísimo, porque al ir la bola más rápido vos tenes que moverte más rápido para poder llegar a la posición de tiro. Así, tenes menos tiempo para llegar a la posición de tiro, por lo que tenes que tener mayor control para pegarle con más fuerza. La bola viene más rápido y vos tenes que ir más rápido”, explica Matías. ¿Cómo logramos ese control?

“Si lo comparamos con la última década, antes se jugaba mucho más atrás, tácticamente, entonces el jugador tenía más tiempo, se le pegaba a la bola cuando picaba. Ahora se juega más adentro, se trata de agarrar la bola un poquito más arriba, para sacarle tiempo al rival; cuando en menor tiempo le devolvés la pelota, le estas quitando tiempo.

Las nuevas generaciones quieren pegarle cada vez más fuerte, y esto puede llevar a olvidarte de la técnica. Eso puede provocar que se pierda un poco de control y no se preste atención a pegarle bien a la pelota. Hay que acompañar la pelota, con atención en la velocidad pero no a costa de la técnica.

El tenis no se aprende de un día para el otro, hay que aprender bien”, sostiene Rizzo. “Al jugar cada vez más rápido, también se está expuesto en mayor medida a las lesiones”, explaya el especialista que además de trabajar con los equipos de Copa Davis de Perú y Ecuador ha entrado a un gran número de reconocidos jugadores profesionales.

 

En qué enfocarse

En el equilibrio que se da trabajar la técnica con la fuerza, está la respuesta. Los mejores ejercicios serán los que te ayuden a moverte mejor en la cancha, los que trabajen la movilidad en la cancha, los desplazamientos, porque la base de nuestros golpes vendrá de un adecuado posicionamiento de las piernas. Hay que tener una base de fuerza en la zona media pero también en las piernas. Te desplazas mejor cuando lo aprendes técnicamente: dónde te apoyas, cómo pones la pierna, dónde tirás el peso del cuerpo. 

 

Hay además, diferentes aspectos de la movilidad que pueden ser trabajados como ser el split, el primer paso o el paso de tijera, tanto en el gimnasio como en la cancha de tenis.

A la hora de planificar el trabajo de fuerza para el tenis o de saber si estamos entrenando correctamente, hay que tener presente tres conceptos básicos para obtener el máximo rendimiento: Realizar la fuerza adecuada, balancear agonista/antagonistas y una transferencia al gesto específico.

 

La fuerza, la elasticidad motora, la flexibilidad de los miembros inferiores y una técnica lograda a base de práctica y esfuerzo, son los ejes de la buena práctica del tenis.