Desarrollo integral del tenista: Estrategias de preparación fisica para todas las etapas formativas

30 de agosto, 2023

Por Nehuén Contreras

El tenis, un deporte que demanda agilidad, fuerza corporal, potencia en movimientos y golpes, coordinación óculo-manual y resistencia en intervalos cortos con pausas, se distingue por ser uno de los más exigentes físicamente.

A medida que los niños se sumergen en el deporte, primero se desarrollan habilidades motoras básicas (HMB) como correr y lanzar, que luego se combinan con habilidades motoras complejas (HMC) como coordinación, acoplamiento, disociación, ritmo y orientación. Estos elementos se entrelazan para abrir camino a la incorporación de herramientas motrices propias de la PREPARACIÓN FÍSICA DE BASE, un requisito para sobresalir en un deporte que exige gran maestría técnica.

Un deporte formativo tiene como objetivo contribuir al desarrollo integral del individuo, y aquí destacamos algunos aspectos cruciales para navegar con éxito las etapas de formación de un tenista novato:

  • Respetar las etapas sensibles de desarrollo de cada habilidad, introducir ejercicios posturales y enseñar técnicas de fuerza una vez que los niños puedan seguir instrucciones son algunos de los primeros pasos.
  • Debe dosificarse el progreso y la regresión para estimular de manera efectiva las habilidades motrices hasta que puedan avanzar al siguiente nivel de dificultad.
  • El entrenamiento formativo difiere del entrenamiento profesional en objetivos y tiempos. Es esencial comprender que no se trata de mini-adultos, sino de individuos con características únicas que requieren la atención de personal capacitado.
  • A nivel corporal, los tejidos en constante cambio del cuerpo responden a señales internas que reflejan tanto la edad cronológica como biológica. Esto se manifiesta en la actividad física y subraya la importancia de supervisar al joven tenista y ajustar la planificación del entrenamiento en consecuencia.
  • Los hábitos que rodean la sesión de entrenamiento son vitales para garantizar un rendimiento óptimo. Hidratarse adecuadamente, mantener los elementos en orden, secarse el sudor con una toalla, disponer de ropa de recambio y abrigo para después de la sesión, son aspectos a tener en cuenta.
  • La comunicación fluida es esencial; el feedback es clave para recompensar los esfuerzos y recibir correcciones de manera constructiva.
  • Abordar estas etapas con una metodología didáctica como hilo conductor permite un aprovechamiento más efectivo de cada sesión.
  • Transmitir valores a lo largo del proceso es esencial; el respeto, la higiene y la responsabilidad son fundamentales.

Un plan personalizado, adaptado a cada etapa de la formación del tenista, es la clave para proporcionar las herramientas necesarias desde el ámbito de la preparación física y deportiva. Así se cimienta la base del tenis innato en cada jugador y se desencadena su máximo potencial.